¿Qué es un amigo? Alguien que me conoce tal cual soy, y no se sorprende cuando soy yo mismo. Alguien que me ama y estima. Alguien que está a mi lado. Es una relación afectiva entre dos (o mas) personas. Nuestras amistades son distintas según los distintos grados de importancia y trascendencia. Nuestras vidas se definen en buena medida por nuestros amigos.
La Escritura nos enseña algunos ejemplos de buenas amistades. La primera que mencionaré es Rut y Noemí; el libro de Rut nos menciona la amistad profunda entre estas dos mujeres, que, lejos del cliché de la relación entre suegra y nuera, Rut y Noemí son un claro ejemplo de lealtad a pesar de las circunstancias difíciles; encontramos un poema de profundo amor: “a donde vayas, iré… tu Dios será mi Dios… donde mueras, moriré…”
Otra amistad ejemplar: David y Jonathan. Técnicamente David estaba destinado a tomar el lugar que legalmente le pertenecía a Jonathan; y sin embargo entre ellos hay una profunda lealtad, amor, compromiso…
En el Nuevo Testamento encontramos a Pablo y Bernabé. Ambos fueron ministros de la iglesia de Antioquia, llamados al ministerio, viajaron y sirvieron al Señor; incluso en un momento se separan a razón de una diferencia, pero superan sus diferencias y siguen sirviendo al Señor fervientemente.
Pero quiero dirigir la atención a una amistad particular, con un individuo involucrado: Abraham.
Génesis 18:1-2
El Señor se le apareció otra vez a Abraham cerca del robledo que pertenecía a Mamre. Un día, Abraham estaba sentado en la entrada de su carpa a la hora más calurosa del día. Entonces levantó la vista y vio a tres hombres de pie cerca de allí. Cuando los vio, corrió a recibirlos, y se inclinó hasta el suelo en señal de bienvenida.
Abraham; El hombre que lo dejó todo, el llamado por Dios a “salir”. Toma a su esposa y sus cosas y se aleja de Ur, para ir a un lugar que no conocía. En Aram recibió la promesa del Señor: “Serán benditas en ti todas las familias de la tierra”. Tiene la promesa de un hijo (que aun no llega). Ha cometido errores: “adelanta” los planes de Dios y como resultado vino el nacimiento de Ismael.
De pronto Abraham recibe una visita inesperada.
Génesis 18:3-8
—Mi señor —dijo él—, si le agrada, deténgase aquí un rato. Descansen bajo la sombra de este árbol mientras les traen agua para lavarse los pies. Ya que han honrado a su siervo con esta visita, permítanme prepararles comida para que recobren fuerzas antes de continuar su viaje. —Está bien —dijeron ellos—. Haz lo que dijiste. Entonces Abraham volvió corriendo a la carpa y le dijo a Sara: «¡Apresúrate! Toma tres medidas abundantes de la mejor harina que tengas, amásala y hornea pan». Luego Abraham corrió hacia el rebaño, escogió un becerro tierno y se lo dio a su siervo, quien lo preparó con rapidez. Cuando la comida estuvo lista, Abraham tomó yogur y leche junto con la carne asada, y sirvió la comida a los hombres. Mientras ellos comían, Abraham los atendía bajo la sombra de los árboles.
Abraham el hospedador. Hay invitados en casa: los agasajan y reciben con cortesía y hospitalidad. El no lo sabe, o quizá si, pero esta siendo hospitalario con Dios mismo.
Y entonces viene uno de los pasajes mas extraordinarios (y quizá mi favorito en toda la escritura: Un soliloquio extraordinario.
Génesis 18:16-21
Después de haber comido, los hombres se levantaron y miraron hacia Sodoma. Cuando salieron, Abraham caminó un tramo con ellos para despedirlos. «¿Ocultaré mis planes a Abraham? —dijo el Señor—. Pues Abraham sin duda llegará a formar una nación grande y poderosa, y todas las naciones de la tierra serán bendecidas por medio de él. Yo lo escogí a fin de que él ordene a sus hijos y a sus familias que se mantengan en el camino del Señor haciendo lo que es correcto y justo. Entonces yo haré por Abraham todo lo que he prometido». Así que el Señor le dijo a Abraham: —He oído un gran clamor desde Sodoma y Gomorra, porque su pecado es muy grave. Bajaré para ver si sus acciones son tan perversas como he oído. Si no es así, quiero saberlo.
Dios esta hablando consigo mismo sobre un hombre. Abraham está en el pensamiento y planes de Dios. A razón de ello, Dios decide no ocultarle sus planes.
Génesis 18:22-25
Los otros hombres se dieron la vuelta y se dirigieron a Sodoma, pero el Señor se quedó con Abraham. Abraham se le acercó y dijo: —¿Destruirás tanto al justo como al malvado? Supongamos que encuentras cincuenta personas justas en la ciudad, ¿aun así la destruirás y no la perdonarás por causa de los justos? Seguro que tú no harías semejante cosa: destruir al justo junto con el malvado. ¡Pues estarías tratando al justo y al malvado exactamente de la misma manera! ¡Sin duda, tú no harías eso! ¿Acaso el Juez de toda la tierra no haría lo que es correcto?
Hay un dialogo entre Abraham y Dios, y el hombre se dirige al eterno pidiendo misericordia por la ciudad si tan solo hubiese 50 hombres justos… y luego 40… y 30… y 20… y 10.
Génesis 18:32-33
Finalmente, Abraham dijo: —Señor, por favor, no te enojes conmigo si hablo una vez más. ¿Y si hubiera tan solo diez? Y el Señor contestó: —Entonces no la destruiré por causa de esos diez. Cuando el Señor terminó la conversación con Abraham, siguió su camino, y Abraham regresó a su carpa.
Un dialogo extraordinario. Abraham está “negociando” con Dios, sobre el futuro de una ciudad. Eso no es extraordinario, solemos “negociar con Dios” sobre situaciones.
- “Dios, no crees que funcionaría mejor de esta forma”
- “Que te parece si me respondes asi, y entonces podríamos hacer esto”
- “Dios, haz de esta manera, y no escuches las oraciones de mi suegra”
- Fuimos Héroes (We Were Soldiers): “Te pedimos señor que nos des la victoria, y que no escuches las oraciones de nuestros enemigos”
Lo extraordinario no es lo que Abraham dice, lo extraordinario es la respuesta de Dios. Dios escucha, atiende, responde, considera. Le dice: “ok, si hay 40, 30, 20, 10”; finalmente es Dios quien termina la conversación.
Santiago 2:23
Y así se cumplió lo que dicen las Escrituras: «Abraham le creyó a Dios, y Dios lo consideró justo debido a su fe». Incluso lo llamaron «amigo de Dios»
Amigo de Dios. Dios puede ser mi amigo. Yo puedo tener una amistad con Dios. Conocerle, escucharle, entender lo que el ama, lo que a él le molesta; conocer su corazón sobre situaciones, o personas, o sobre mi.
Quiero dirigir mi atención a algunas de las bendiciones de ser llamado “Amigo de Dios”.
Comunión
Salmo 25: 12-14 (RV60)
¿Quién es el hombre que teme a Jehová? Él le enseñará el camino que ha de escoger. Gozará él de bienestar, Y su descendencia heredará la tierra. La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, Y a ellos hará conocer su pacto.
(NVT)
¿Quiénes son los que temen al Señor? Él les mostrará el sendero que deben elegir. Vivirán en prosperidad, y sus hijos heredarán la tierra. El Señor es amigo de los que le temen; a ellos les enseña su pacto.
Comunión es cercanía, intimidad, apego, Comunión con Dios inicia en el Temor de Dios. Comunión nos da dirección y claridad. Comunión nos da bienestar y herencia.
Revelación
Deuteronomio 29:29 (LBLA)
Las cosas secretas pertenecen al Señor nuestro Dios, mas las cosas reveladas nos pertenecen a nosotros y a nuestros hijos para siempre, a fin de que guardemos todas las palabras de esta ley.
Dios revela sus planes a sus amigos. ¿A quien le revelas tus secretos? Tu no le compartes tus secretos a alguien que va a divulgarlos a todo mundo (a menos que quieras que todo mundo se entere).
Dios revela sus planes a gente confiable. Dios revela sus planes a sus amigos, para que tomen acción, y muchas veces esa acción es la intercesión, y no el compartir sus secretos con otros. Por eso normalmente los amigos de Dios son además intercesores.
Protección
Salmo 27:4-5
Lo único que le pido al Señor —lo que más anhelo— es vivir en la casa del Señor todos los días de mi vida, deleitándome en la perfección del Señor y meditando dentro de su templo. Pues él me ocultará allí cuando vengan dificultades; me esconderá en su santuario. Me pondrá en una roca alta donde nadie me alcanzará.
Ser amigo de Dios me da protección de los peligros. Dios guardando nuestras vidas de los peligros de esta vida; de nuestra ciudad. Palabra de protección a aquellos que nos sentimos frágiles y vulnerables en esta ciudad; Dios te da protección, cuando estas resguardado en el Santuario del Señor. Jesús estaba a punto de ser apedreado, pero el paso por en medio de quienes lo amenazaban y se fue de ahí. ¿Qué paso? El estaba en el santuario de Dios, y tenia su protección.
Ser amigo de Dios me da protección de las asechanzas del Diablo. El diablo esta persiguiéndote; Dios te guarda en sus manos. Te oculta en su mano, pues eres su amigo.
Juan 15:13-15
No hay un amor más grande que el dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo esclavos, porque el amo no confía sus asuntos a los esclavos. Ustedes ahora son mis amigos, porque les he contado todo lo que el Padre me dijo.
Tengo un buen amigo, con quien he compartido varios de los momentos mas significativos de mi vida. En el 2011 comenzamos a vivir en ciudades distintas, y descuide nuestra amistad. En el verano del 2012 le llamé por teléfono, y me enfrenté a una imagen terrible: nuestra llamada duró menos de 5 minutos, y no teníamos tema de conversación. ¿Donde habían quedado las horas y horas que podíamos charlar, los cientos de veces que oramos juntos, las señas que nos hacíamos el uno al otro…? Había descuidado mi amistad y ahora debíamos reconstruirla. Dios me llama a ser su amigo, a responder a la invitación de amistad. Dios me llama a ser su amigo, a redefinir nuestra amistad, a volver a hacer lazos, a reconquistar los territorios perdidos de desconfianza y falta de comunicación y volver a Él.
Y tu, ¿quieres ser amigo de Dios?